Por Jonathann Estrada
Risueño. ¿Y el municipio? Bien, gracias. |
Quizás la pregunta obligada de muchos
cancunenses es ¿por qué hasta ahora?; sí, ¿por qué hasta ahora los grupos
organizados y demás partidos políticos denuncian abiertamente la incapacidad e
irresponsabilidad de Julián Ricalde Magaña al frente del ayuntamiento Benito
Juárez? La respuesta es simple: los tiempos electorales. Y quizás es
recriminable decirle a todos los que dan cuenta de esa ineficiente actitud del
alcalde de Cancún, por qué no denunciaron antes; sin embargo ese no es un
trascendental punto, la razón indica que “más vale tarde que nunca” y aunque el
objetivo sea debilitar su capacidad electoral, la realidad es que al menos
brinda la posibilidad de ajustarle cuentas a todos esos actos delincuenciales
de Julián Ricalde Magaña.
Benito Juárez está sumergido en un
descontrol social, todos hacen lo que quieren. La autoridad municipal no da
abasto a sus diminutas acciones para corregir a quienes trasgreden la ley. Un
ejemplo sencillo es el de los vendedores ambulantes, ahora organizados en una
asociación de tianguistas, fuentes de esa asociación declaran que se incrementó
superando un ochenta por ciento a como estaba el padrón en el 2010. Los
tianguis en Cancún son nichos de gente de bajos recursos que venden productos
principalmente extraídos de la zona libre de Belice, es decir, no pagan
impuestos. No obstante, una sección de fiscalización hace el cobro desmesurado
de “cuotas” a cada uno de los tianguistas de sesenta a cinto cincuenta pesos,
dependiendo el caso. El asentamiento de estos tianguis cierra vialidades y
provoca alteraciones a la imagen urbana, además de que irregularmente se
“cuelgan” de cables de alta tensión para alumbrar los puestos de ventas.
Mejor estacionarse afuera, que contribuir a hinchar el bolsillo de Julián. |
La Plaza de Toros
Otro caso excepcional es el de la Plaza
de Toros convertida en negocios de bares y restaurantes que bajo el amparo de
un acuerdo “oscuro”, ilegal pues, con la autoridad municipal han invadido el
área del estacionamiento delimitando la ocupación de vehículos que por
reglamentación debe tener. Acuerdos económicos con negocios como “Las de
Guanatos” y “La Chopería” han dejado dividendos “fuertes” que son cobrados vía
fiscalización, al cargo de Julio Cesar Romero Rodríguez. La Plaza de Toros de
Cancún es un centro de espectáculos de todo tipo menos los propios de una plaza
de toros, en donde únicamente los miércoles hay corridas. La anarquía en esta
ciudad con unos pesos se tolera y seguramente el alcalde, asiduo a una de las
cantinas de esa plaza, es el principal beneficiario de esos trasgresores.
Queda usted detenido, joven, pero su cartera puede quedarse aquí... |
Tránsito Municipal
La circulación de vehículos en Cancún
sin respetar límites de velocidad y pasarse semáforos es algo ya común. El
departamento de tránsito municipal ha declarado su incapacidad a todas luces.
Las patrullas no circulan porque no las proveen de gasolina, el ayuntamiento de
Julián Ricalde ha pretendido “tapar” esta negligente falla con el controvertido
programa del “alcoholímetro” que no rinde los resultados esperados, los convoys
que se instalan son insuficientes pero además, no existe un integral programa
de prevención del orden vial. Cualquiera puede andar en alta velocidad por la
ciudad sin ser multado.
Urgente control de gobierno
La incursión de Julián Ricalde Magaña al
gobierno municipal no se hizo bajo ningún esquema de análisis de gobierno, está
claro que los electores votaron por el que consideraron “menos malo”, aunque
los resultados dicen todo lo contrario. El desorden administrativo y la falta de
una visión para hacer de Cancún una ciudad apropiada para todos los que la
habitamos, es uno de los puntos que más afectan a la economía y el orden de
todos los ciudadanos cancunenses. Está claro que con Julián Ricalde encontramos
un gobernante desfachatado y “valemadrista”, le preocupa más su presunta
dignidad que cumplir con el compromiso prometido a los benitojuarenses. Vivimos
en una ciudad desordenada y apática a exigir que las autoridades cumplan. Es
menester denunciar, pero denunciar en todo momento. Y ahora, aunque los tiempos
sean electorales, también se debe denunciar. Si Ricalde debe ir a la cárcel,
que las denuncias, además de públicas, deben ser en los juzgados. No podemos
permitir que el municipio sea cuna de alcaldes y/o presidentes que se hacen
millonarios de un momento a otro. Urge un control en el gobierno municipal.
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