Tiempos de austeridad
Por Alberto Cervantes
El Gobierno del Estado, sin más remedio que declarar una forzosa austeridad; esto debido a que las arcas gubernamentales tanto del aparato estatal como de los municipios están desgastados.
En mucho por el mismo ejercicio público, ya que llevar las cuentas del gasto corriente y la ejecución de recursos encaminados a obras y acciones, que han sido en beneficio de la población.
Sin embargo en ese trance no han faltado los funcionarios voraces, en ocasiones no los secretarios o directores de paraestatales o descentralizadas, sino quienes manejan las finanzas quienes se han servido con la cuchara grande y hoy estas son las consecuencias.
En el pasado sexenio, fue a todas luces notorio el exceso con el que algunas autoridades se condujeron y eso es lo que muchos están pagando hoy, viáticos innecesarios, personal de sobra, vehículos de lujo y transportación por todas partes es lo que hoy obliga a la austeridad.
Dependencias que solo endeudaron como una Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) que se vio en la necesidad de aumentar sus tarifas para poder subsistir.
Ni que decir en los municipios, como en el municipio capitalino en donde Andrés Ruiz Morcillo se dedicó a sacar el máximo provecho para él y su señora esposa, en donde sus escándalos de excesos y cerrazón a la austeridad fueron la constante.
Documentado por varios modos, se vio el hecho de que Andrés Ruiz Morcillo en tres años saqueó las arcas municipales, dejando una comuna endeudada y con sendos problemas a su sucesor Carlos Mario Villanueva Tenorio, quien tiene que remar contracorriente para poder subsanar lo malo que dejó el que estaba antes.
Con cuentas por pagar las dependencias únicamente para lo necesario, para su operación, y dejando quebradas totalmente las mismas, el caso sustancial de Tulum es lo mismo con un saqueador como Marciano Dzul que desde el principio mostró su hambre de quitar todo y quedárselo.
Hoy tenemos municipios en crisis y dependencias del gobierno que tienen que estar viendo qué hacer para tener recursos, inventando impuestos, incrementando tarifas como la del agua, mientras la sociedad tiene que pagar.
En Cancún luego de que el ex edil hoy preso Gregorio Sánchez barrió con todo, y que Jaime Hernández Zaragoza en unos cuantos meses se hizo millonario las cuentas tampoco salen y no hay dinero para la operación del municipio.
Ya que impuestos prediales pagados a las comunas en los primeros meses del año, los antecesores de los hoy ediles lo aprovecharon para bolseárselo y llevárselo sin dejar nada a quienes llegan y hoy tienen a la pobreza financiera como su principal aliada, con el enojo del pueblo y proveedores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario