miércoles, 23 de febrero de 2011

CONSUMA MAGALY ACHACH "CENA DE NEGROS"

Una cena entre supuestos disímbolos personajes dio como "concertacesión" revivir el "negocio" del Teatro de la Ciudad, en donde la ex alcaldesa Magaly Achach y el edil interino Jaime Hernández, pretenden llevarse varios millones de pesos.
 
Por José Zaldívar Pérez / Redacción
El Teatro de la Ciudad, un proyecto sospechoso desde su origen, ahora revive.

El 2 de febrero del año en curso, doña Magaly Achach Solís, ex presidenta municipal de Benito Juárez, municipio que alberga la ciudad de Cancún, organizó una reunión ad hoc que devino en una sublime "concertacesión" para darle vida a un proyecto que durante su gestión como alcaldesa (1999-2002) le proporcionó millones de pesos que fueron justificados en una obra inconclusa, la cual hasta ahora no representa los gastos presentados. Jaime Hernández Zaragoza y Magaly Achach Solís convinieron revivir el proyecto del Teatro de la Ciudad, ubicado en el otrora "Cinema Royal", sobre la avenida Tulum casi esquina con avenida Labná.
José Chapur, connotado empresario yucateco con inversiones millonarias en Quintana Roo, valuadas en dólares, y quien ha financiado campañas políticas principalmente priístas y perredistas, es el designado presidente del patronato que recaudó millones de pesos y dólares para la compra y realización del Teatro de la Ciudad, una obra considerada como "elefante blanco" al ser producto de una quimera social que solo benefició a Magaly Achach y ha favorecido a sus sucesores. Ahora, después de varios años, Magaly pretende renovar el proyecto que denostó en su momento el ex alcalde Juan Ignacio García Zalvidea.
El 3 de mayo del 2002, el periodista del Grupo Reforma, Sergio Caballero, publicó una nota intitulada: "El Presidente municipal de Cancún dice que no se involucrará en el asunto de desvío de fondos". En el contenido resaltaba: "Juan Ignacio García Zalvidea, Presidente municipal de Benito Juárez (Cancún, 2002-2005), adelantó que turnará a la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam) el expediente del fidecomiso del Teatro de la Ciudad -cuya obra comenzó su antecesora Magaly Achach Solís- y que, en tanto, suspenderá los trabajos pendientes debido a que NO HAY TRANSPARENCIA EN LOS RECURSOS APLICADOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL INMUEBLE. "Tiene que intervenir Secodam, porque ahí se han manejado cosas turbias con los recursos recaudados…", explicó a Reforma el sucesor de Achach Solís.

Magaly Achach.
Todo tiene un Por Qué

Magaly Achach Solís inició en la política como simpatizante de un partido de izquierda. Uno de los que pueden testificar esa simpatía izquierdista es el actual Secretario del Ayuntamiento, Tomás Contreras Castillo, con quien incursionó Achach Solís antes de militar en el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Desde su renuncia al PRI, en el 2003, por no ser designada candidata a Diputada Federal -candidatura que le fue otorgada al actual gobernador Félix González Canto-, Magaly Achach organizó una cruzada de división y voto cruzado contra el PRI de Benito Juárez, que no ha cesado aún con su retorno que se dio en el 2004, justo en los tiempos de campaña del que le arrebatara la candidatura a diputada federal: Félix González Canto. Antes de retornar Magaly intentó ser candidata perredista (2003) a diputada federal pero el único partido que le dio cobijo fue Convergencia, partido dirigido paradójicamente por enemigos de la ex alcaldesa en tiempos del ex gobernador Mario Villanueva Madrid. Su aventura la costó caro y su retorno le causó severas frustraciones.
Quienes participaron de la "negociación" para el retorno de Magaly Achach a las filas priistas, relatan que la ex presidenta municipal solicitó ocho millones de pesos como subsidio a las pérdidas económicas que obtuvo fuera del PRI, y que además exigió ser recibida por el dirigente estatal y municipal del tricolor con "bombos y platillos". Gente cercana a la ex alcaldesa asevera que de los ocho millones únicamente recibió el cincuenta por ciento y que quedó insatisfecha con la rueda de prensa en dónde anunció su retiro de las filas del Partido Convergencia y su retorno al PRI.
En venganza, Magaly Achach se ha sumado "secretamente" al voto proselitista de los candidatos perredistas, entre los que destaca Gregorio Sánchez Martínez, Alejandro Luna y Julián Ricalde Magaña, entre otros, de quienes ha percibido recursos al igual que del PRI.

Jaime Hernández.
"Ombligo Verde" y Teatro de la Ciudad

Las peticiones de Magaly Achach son en apariencia sencillas: Encumbrarla durante la próxima reinauguración del Teatro de la Ciudad, resaltando su presunta labor loable, así como tener participación en los recursos que puedan adquirirse para la obra.
A escasos días de terminar el trienio 2008-2011 del H. Ayuntamiento Benito Juárez están  por abrir, en estos días, por fin, la primera etapa del Teatro de la Ciudad. Así lo dicta un anuncio oficial.
Fue en el 2000 -después de haber metido las "cuatro de un jalón" con el asunto del Ombligo Verde-, cuando  Sonia Magaly Achach Solís —en ese entonces alcaldesa  y hasta la fecha líder sin competencia en asentamientos irregulares—, con el fin de tratar de matizar  la imagen, ganada a pulso,  de "enemiga del Arte y la Cultura", adquirió en la SM 20 a nombre del Ayuntamiento de Benito Juárez  el inmueble que ocupaba el viejo Cine Royal para convertirlo en Teatro de la Ciudad.
Lamentablemente, el pago de las "papalinas de órdago" que se ponía a diario en el restaurante "Lorenzillo's" y otros lugares,  se "comió" gran parte del presupuesto con el que se pensaba hacer el proyecto del teatro municipal, por lo que la obra quedó inconclusa, abandonada y seriamente  dañada por  varios incendios provocados en las administraciones del "Chacho" García Zalvidea  y Francisco Alor Quezada.
Fue hasta esta administración en que se reactivó el proyecto de Teatro de la Ciudad y todo indica que se hará, ya que recientemente anunciaron que en los próximos días se abrirá al  público con recursos municipales y apoyo de patrocinadores que empiece a cristalizar el proyecto que inició hace más de una década la administración municipal de Benito Juárez, para que nuestra ciudad contara con un Teatro de la Ciudad digno, que le vendría a dar vida a la actividades culturales de la ciudad.
Empero, parece ser que tras esta noticia que tendría que alegrar a los cancunenses, se esconden intenciones turbias, más asociadas con el mezquino interés monetario que con el de brindar a la ciudad por fin de un necesario espacio para el quehacer cultural, producto de una "concertacesión" signada el pasado 2 de febrero, en una cena compartida por la denostada ex alcaldesa y el actual edil interino, Jaime Hernández Zaragoza, en el domicilio de Achach de Ayuso, al cabo de la cual se habría determinado revivir el proyecto del Teatro de la Ciudad como un jugoso negocio que les permitiría compartir pingües ganancias.

En plena remodelación.
Un proyecto largamente frustrado

La historia reciente del mencionado edificio, localizado sobre la avenida Tulum, en la céntrica Supermanzana 20, comenzó a escribirse el día 6 de marzo del año 2000, cuando la presidenta municipal de Benito Juárez, Magaly Achach, adquirió en 12 millones de pesos el edificio donde por varios años se albergó el cine Royal, hasta entonces propiedad del Grupo Hotel Royal, pues ahí se construiría el Teatro de la Ciudad, que se consideró como una de las obras más importantes de su gestión.
El referido inmueble fue objeto de algunas modificaciones para convertirlo en el teatro, que al día de hoy permanece en ruinas.
En aquel entonces, empresarios locales y funcionarios municipales crearon un Patronato encargado de vigilar la construcción del recinto cultural, que por cierto  fue "inaugurado" por Magaly Achach Ayuso, pero jamás hasta ahora, se ha utilizado.
El proyecto original de este Centro Cultural tendría un aforo de más de 800 butacas y contemplaba la expresión de diferentes disciplinas artísticas como teatro, danza, pintura y escultura. Los problemas iniciaron ante el poco claro manejo de los recursos por parte del fideicomiso, durante la gestión de Juan Ignacio "Chacho" García Zalvidea (2002-2005), que terminó cuando éste decidió disolver dicho patronato, debido a presuntas irregularidades y a la "desaparición" de fondos destinados a la construcción de dicho inmueble, cuya inversión prevista fue de 15 millones de pesos.
Con ello, la construcción del Teatro de la Ciudad, se convirtió en un cero a la izquierda, dando origen al nacimiento de un auténtico "elefante blanco", y tanto la administración chachista como la encabezada por Francisco Alor Quezada permitieron que el edificio fuera presa del total abandono, sirviendo únicamente como refugio de viciosos, e indigentes.
En su defensa argumentó Alor Quezada que durante su gestión (2005-2008), no se contó con los recursos suficientes para habilitar el edificio, pese a que ante el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) se planteó la posibilidad de hacer del sitio en ruinas una biblioteca virtual, en la que los estudiantes y la comunidad en general, pudieran hacer uso de la tecnología además de tener acceso a diversos talleres artísticos y didácticos.
Y precisamente fue durante la administración de Alor en que corrieron insistentes rumores de que el inmueble sería vendido para la construcción de locales comerciales o torres condominales,  lo que derivó en que al suscitarse un incendio, a principios de mayo de 2007, se culpara a las autoridades municipales de haberlo provocado intencionalmente, para negociarlo, lo que en su momento fue desmentido, sin ser aclarado.
Fue ahora con esa administración del ahora reo de la cárcel del Rincón Nayarit, cuando se dio a conocer que para el inmueble de la avenida Tulum se tenía ya un proyecto para transformarlo en el Centro para la Cultura y las Artes de Cancún, lo que implicaría una inversión de más de 10 millones de pesos, cuya mayor parte se otorgaría a través de Conaculta.
En aquellos días, mayo de 2009, el munícipe detalló que en el lugar se fincarían recintos en los que los cancunenses podrían tener acceso a talleres infantiles y juveniles de danza, teatro, música y artes plásticas, además de contar con un pequeño teatro para la difusión de éstas y otras tantas expresiones culturales, que tanta falta hace difundir entre la comunidad de Cancún.
Al final no supieron cómo manejar la solicitud de recursos por parte de la institución nacional de apoyo a la Cultura y las Artes, sumando a la crisis económica que aún se padece, la desviación de los recursos etiquetados para habilitar el inmueble que nuevamente no fueron canalizados a donde tenían que llegar quedando nuevamente un espacio en continua en agonía, en medio de un futuro poco claro, en el que la difusión artística y cultural, sigue siendo tomada en cuenta por los políticos solamente para tomarse la foto.
El Teatro de la Ciudad, durante años un lunar negro en la avenida Tulum.

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