sábado, 16 de abril de 2011

La asunción al poder

Aún se mantienen desconcertados la gran mayoría de los políticos de Quintana Roo (sin importar filiación partidista) respecto a lo que tienen al frente, con los nuevos gobiernos, estatal y municipales.

Por Jonathann Estrada

La presencia en Quintana Roo del ex presidente de México, Carlos Salinas de Gortari; la llegada del General Bibiano Villa a la Secretaría estatal de Seguridad Pública; la instalación, en contracorriente, del Concejo Municipal de Bacalar y el cumplimiento de los acuerdos, como el cederle la presidencia del Congreso estatal al diputado Eduardo Espinosa Abuxapqui, son tan sólo unos cuantos renglones de la política estatal que no logran discernir los políticos de la entidad debido a que rompen todos los esquemas tradicionales y enmarcan un parteaguas en la práctica común del quehacer político.

La estrategia

Roberto Borge Angulo, gobernador constitucional de Quintana Roo, arropó la idea perfecta de ocupar los nueve meses que tuvo para ascender al poder, después de ganada la contienda electoral, visitando las entidades federativas de la República Mexicana. Impulsó e invirtió en candidatos que aún se encontraban en campaña; estableció lazos con gobernadores y alcaldes electos; lo mismo hizo pactos con dirigentes nacionales de su partido y con connotados empresarios en toda la república. Su andar por el país fue fructífero y sólido para los planes personales y de su grupo político que en forma encabeza el ex gobernador Félix González Canto.
Carlos Salinas de Gortari, invitado de honor.
Muy pronto hizo los enroques necesarios con quienes integran el plan nacional para la recuperación del país, en el PRI. Estuvo en privado con Carlos Salinas y Enrique Peña Nieto, así como con otros actores de la política nacional quienes escucharon detalladamente la radiografía que les dictaba el entonces gobernador electo quintanarroense.
El gobernador Borge Angulo comprendió lo que a muchos de sus antecesores les costaba trabajo entender: el impulso a un antecesor fortalecía la política local y enmarcaba dividendos superiores para los proyectos de desarrollo de la entidad. Por ello analizó la actitud de Félix al impulsar a Pedro Joaquín Coldwell al senado, quien le abrió un abanico de puertas y posibilidades que hoy le reditúan intereses políticos que mantiene, por consecuencia, al actual gobernador también en una palestra más allá de las fronteras quintanarroenses.
La palabra "unidad", a la que enfocó su discurso después de rendir protesta el gobernador Roberto Borge, se deriva precisamente de este aspecto estratégico.
Un estado tan joven, con pocos ex gobernadores y con un nicho de capital económico y de bienes naturales, es un potencial que no puede ni debe seguirse desgastando en "grillas internas" que sacuden las posibilidades de un crecimiento generacional, pero más aun, de un fortalecimiento político.
Roberto Borge va a invertirle potencialmente a la trascendencia de los políticos quintanarroenses en la esfera nacional y con ello incubar grandes aliados. Para ello suma, desde antes de llegar al poder, la participación y consejos de todos los ex gobernadores, incluyendo a Mario Villanueva Madrid, a quien se sabe visitó antes de asumir la gubernatura de Quintana Roo.
Desde ahora, el gobernador Borge asume una estrategia de presente a futuro y no se minimiza a los cortos alcances o visiones que comúnmente caracterizan a un gobernador entrante. Su visión es de altos niveles y enfoca, ¡ya!, una estrategia clara y firme en ese rumbo.

¿Por qué Bibiano Villa?

Seguridad Pública fue el principal "talón de Aquiles" de la mayoría de los ex gobernadores; Félix González no pudo apartarse de esa debilidad.
Algunos lo utilizaron como ariete político, otros fueron más allá de lo permisible, se engolosinaron de los ingresos que se pueden obtener. El gran problema es que cuando no se hace directamente se está a la merced de lo que determinen los subordinados, sin embargo estando directamente al cargo de los lazos y negocios que se realizan en ese rubro, estás a un paso de prisión.
Con Félix González Canto de manera inicial Quintana Roo se vio lacerado por el ingreso y operatividad de más de dos cárteles que delimitaban su "plaza" según los acuerdos demográficos a los que llegaban con las directivas de las policías estatal y municipal. La mayor afrenta la obtuvo el Estado con la llegada de los "Zetas", quienes para ganar territorio dominaron otros grupos delincuenciales y les quitaron el mando a casi todos. El dominio les permitía distribuir mayores recursos entre distintos mandos pero la competencia se seguía expandiendo debido a la falta de lealtad de los jefes policiacos. Para el secretario y los directivos de las policías, generar en los cárteles la "oferta y la demanda" les resultó un negocio redondo, pero también les generó desafíos, rencores y una ola de violencia entre los grupos que hasta la fecha sigue azotando a Quintana Roo.
El general Bibiano Villa, a Seguridad Pública estatal.
El nombramiento del general Bibiano Villa es un símbolo de control y decisión. Fuentes que nutren a quien suscribe dictaminan que la llegada de Bibiano tiene decisiones firmes de extirpar el semillero de mafias y cárteles, y permitirle la operatividad sólo a un cártel. Es decir que la lucha o competencia ya no se admitirá entre delincuentes, sino que se va a circunscribir a la decisión de Estado.
Hay quienes afirman que debido a los lazos de Salinas de Gortari con Joaquín Guzmán Loera (a) "El Chapo", es casi un hecho que éste domine no sólo Quintana Roo sino la mayoría de las demarcaciones estatales de México. Por ello los aliados de Carlos Salinas exigen la salida del ejército de las calles, aunque no de las jefaturas policiacas.
"El Chapo" Guzmán es el hasta ahora señalado como el mecenas de centenares de candidatos priistas y aliados del PRI en toda la república mexicana. Su ascenso en el poder trasciende fronteras, por ello la revista Forbes lo ha ubicado entre los millonarios más enriquecidos del mundo. Desde tiempos de Salinas su reinado en los cárteles de la droga es evidente y su lealtad al grupo político que comanda el ex presidente de la república, también.
Bibiano Villa es ex secretario de seguridad pública estatal del ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, actual presidente nacional del PRI. Moreira asume el poder con el visto bueno e impulso del "Grupo Atlacomulco" que comanda Carlos Salinas de Gortari. Es Roberto Borge el que recibe la recomendación directa de Salinas para que acepte la sugerencia de Moreira de investir a Bibiano Villa como secretario estatal de seguridad pública en Quintana Roo, y las razones son obvias para quienes manejan la información de los cárteles: Quintana Roo se ha salido de las manos.
Roberto Borge asciende al poder no sólo blindado políticamente, sino también económica y militarmente. La real guerra a células arraigadas en Quintana Roo, sucederá después de junio próximo.

El Concejo Munipal de Bacalar, jugada estratégica.
 El Concejo Municipal y Cumplimiento de Acuerdos

El control electoral se circunscribía a dos demarcaciones: Benito Juárez y Othón Pompeyo Blanco.
La redistritación fue el primer paso que se le vino abajo al ex gobernador Félix González Canto, al determinar el Tribunal Federal Electoral que continúen los distritos en la entidad, tal y como estaban antes de los cambios distritales que había votado el Congreso Estatal se modifiquen. La modificación de los distritos electorales tenían toda la intención del dominio electoral y por ende los opositores silenciosos de Félix echaron por la borda esa maniobra. A cambio, Félix promovió una iniciativa que llevaba dos sexenios en debate: La creación de nuevos municipios.
Por ello aun antes de asumir el poder fue partícipe de la creación del municipio de Tulum y antes de salir del mandato la del de Bacalar. Estratégicamente dividir las demarcaciones, más allá de asuntos presupuestales tiene como principal fin el control electoral. Sobre todo por quienes asumen el poder en los municipios, primero Solidaridad, (en su momento), y actualmente en Othón P. Blanco.
De la mano de las intenciones de un control electoral, el cumplimiento a la palabra le valió el reconocimiento en tribuna el pasado 5 de abril, donde fue aplaudido Félix González por más de un minuto, al mismo tenor que el actual gobernador Roberto Borge y el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.
Nada, sin duda, es casual. Y lo aquí descrito es sólo un modelo de lo real que se presenta el panorama.

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