sábado, 7 de mayo de 2011

Errores que matan

El supuesto enfrentamiento entre agentes de la Policía Federal y supuestos sicarios, en la carretera Playa del Carmen-Cancún, la noche del 1 de mayo, apunta más bien a una trágica confusión, que se añadiría a la lista de casos “extraños” que involucran a elementos de esa corporación.

Por José Pinto Casarrubias

La muerte de un hombre a manos de dos agentes de la policía federal –sección caminos– ha desencadenado una ola de inconsistencias en la indagatoria, pues queda más que claro que los federales han intentado alterar desde un principio el grave error que cometieron.
Primero argumentando que fueron atacados a balazos por gente armada y luego que los supuestos atacantes eran sicarios. Más tarde se sabría que ni narcos, ni sicarios, sino era un simple velador la víctima de los federales.
Todo inició el domingo 1 de mayo en el tramo carretero Playa del Carmen-Cancún, cerca de bahía Petempich, cuando según los agentes, interceptaron a dos sujetos que se trasladaban en una camioneta pick up roja. Los federales les ordenaron detenerse cerca del hotel Moon Palace, pero los sospechosos aceleraron y comenzó la persecución. Luego de unos 10 kilómetros, hubo intercambio de balas y los agentes finalmente lograron someterlos hiriendo a una persona, mientras que el otro sujeto escapó.
Luego de la balacera, las autoridades federales identificaron que en la camioneta había más de 30 impactos de bala, cifra similar a la que tenía la patrulla.
La víctima fue identificada como Isidro Zambrano Mulato, quien contaba con 45 años y laboraba como velador en el vivero Coplansur, donde llegó en la camioneta tipo Ranger que fue acribillada por los elementos de la patrulla 12121 de la Policía Federal.

Graves inconsistencias

De acuerdo con la indagatoria, cada vez más se refuerza la versión de que Zambrano Mulato nunca tuvo un arma en sus manos, al momento de recibir los disparos de los policías federales, quienes accionaron sus armas desde el interior de la patrulla y los proyectiles pasaron a través del panorámico delantero, lo que indica que los policías  jamás fueron agredidos a balazos.
En este sentido, la Policía Federal Preventiva ha guardado total hermetismo sobre esta situación, inclusive, trataron de impedir la intervención de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), pero los agentes judiciales y peritos pudieron ver que dentro de la patrulla federal, estaban tres escopetas y una arma larga AK-47, sin embargo no hay certeza de que hayan sido retiradas de la camioneta de los ocupantes de la camioneta acribillada.
De hecho, trascendió que un alto mando de la Policía Estatal Preventiva sacó toda la ropa y pertenencias del ahora occiso, para después entregarlas a elementos de la Policía Federal, en un intento por ocultar la identidad de la víctima y también se supo, que la dirección de servicios periciales de la PGJE quien investiga el crimen no realizó la prueba de rodisonato de de sodio a la víctima para determinar si efectivamente accionó una arma de fuego como lo aseveran los federales, porque no cuentan con los reactivos para dicha prueba.
Tampoco se encontraron huellas de frenado a pesar de que en su reporte al número de emergencia 066 informaron que iban en plena persecución, mientras que todos los peritajes indican que la camioneta estaba bien estacionada frente al vivero.
La víctima presentó cinco impactos de bala calibre .223, pertenecientes a la AR-15 y la policía federal no ha querido proporcionar los nombres de los agentes.

Serios antecedentes de elementos federales relacionados con homicidios

El 17 de abril del año 2005, un agente de la desaparecida PFP, división caminos, asesinó a uno de sus compañeros en una casa de la supermanzana 15.
El oficial Marco Tulio Torrija Ledesma, fue encarcelado por el delito de homicidio calificado tras disparar a su compañero Ricardo Uribe Peña, aparentemente por viejas rencillas.
en aquél entonces, los informes de las autoridades revelaron que el oficial Marco Tulio Torrija Ledesma, llegó a la base de la corporación ese domingo le entregaron su arma de cargo, una patrulla y se le asignó la vigilancia en el tramo que va de Puerto Morelos a Playa del Carmen; sin embargo el oficial acudió al domicilio marcado con el número cinco, de la calle Farallón, en la supermanzana 15, donde vivía su compañero Ricardo Uribe, de 30 años de edad, quien se encontraba bebiendo con al menos tres personas más.
Cuando llegó a la residencia permaneció unos minutos y luego de una discusión, Ricardo sacó su arma y le apuntó a Marco, pero éste accionó primero su arma de cargo dándole a su compañero.
Después de cometido el crimen, las mismas personas que se encontraban en la casa evitaron que el sospechoso huyera y fue detenido, junto con las personas que se encontraban en la casa, entre ellas dos mujeres y en el examen toxicológico dieron positivo en el consumo de cocaína.
También se le practicó la prueba a la víctima quien de igual forma dio positivo y negativo en el organismo de Torrija Ledesma, quien un año más tarde sería sentenciado a 7 años de prisión por homicidio calificado, sin embargo su defensa interpuso el recurso de apelación y días después quedó en libertad luego de que el Tribunal Superior de Justicia del Estado revocara la sentencia al considerar que fue homicidio en riña.

Federal dispara y mata a un agente migratorio en operativo “fantasma”

En otro lamentable caso, el 31 de enero del 2008, un comando, en este caso de las Fuerzas Federales de Apoyo de la Policía Federal Preventiva (PFP) irrumpió durante la madrugada en un domicilio del fraccionamiento Paraíso Villas en busca de armas.
En el zafarrancho, uno de los moradores falleció y resultó ser empleado del Instituto Nacional de Migración (INM).
César Guillermo Patiño Torres, de tan solo 28 años de edad fue baleado por agentes federales en ese domicilio y el elemento federal y presunto responsable de la muerte, Vidal Carrasco Toribio, fue detenido.
En aquél entonces, se supo que los federales ingresaron encapuchados y sin orden de cateo al lugar y abrieron fuego a pesar de que en la vivienda había menores de edad y gente de la tercera edad.
El agente de migración estaba asignado al aeropuerto de Cancún y solo llevaba cinco meses como elemento del INM.
Los federales argumentaron haber recibido el reporte de un secuestro cerca del fraccionamiento y al llegar ingresaron a la privada, detectaron el supuesto auto sospechoso, ingresaron y amagaron a la familia residente y supuestamente al agente se le escapó un tiro, sin embargo más tarde se supo que no fue solo uno sino varios disparos.
Incluso los abogados de la familia indicaron en su momento, que tras darse cuenta que cometieron una grave equivocación, la Policía Federal, sembró armas y droga en el lugar para justificar su accionar, incluso impidieron el acceso de las corporaciones policiacas locales.
El policía federal acusado de disparar en contra del agente migratorio fue detenido y más tarde liberado y en estos tres casos, las autoridades federales evitaron a toda costa, dar información de los hechos ocurridos.

Ahora un federal y su familia, las víctimas

Con severos signos de tortura el capitán de la Policía Federal Preventiva Juan Gabriel Arellano Munguía, de 51 años apareció junto con su esposa tirados en un baldío de la colonia irregular Valle Verde, a la salida de la carretera Cancún-Mérida, quienes previamente fueron “levantados” por un comando armado la madrugada del 4 de mayo, cuando se encontraban en el hotel El Pedregal junto con sus hijos que estaban de visita en este destino turístico.
Se sabe que un soplón estaba en el mismo centro de hospedaje y dio aviso a integrantes de la delincuencia organizada quienes sacaron al sub-inspector adscrito al Aeropuerto Internacional de Cancún y le perdonaron la vida, en lo que sería una clara advertencia del crimen organizado hacia él y a otros de sus compañeros.
Los propios federales trasladaron a su compañero al hospital Galenia que fue estrictamente custodiado por elementos de la policía Federal, así como las instalaciones policiacas.
Obviamente se presume que esta seria advertencia tendría que ver con algunos aseguramientos recientes de droga en el aeródromo de Cancún.

1 comentario:

  1. LOS AGENTES DE LA SUPER POLICIA FEDERAL COMO LA NOMBRA EL CALDERON, NO ESTAN CAPACITADOS.
    HASTA EN EL METRO O EN LA CALLES ESTAN RECLUTANDO MAS GENTE INGENUA, PARA QUE INGRESEN A DICHA CORPORACION.

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