La fusión política de periodistas y políticos ha ensoberbecido a un sinfín de personajes en el ámbito estatal. Las famosas “mesas políticas” han servido a estos dos tipos de personas para confabularse y amagar a quienes no “ceden” a caprichos de periodistas y políticos amafiados. Se creen con el poder para manipular escenarios y muchas veces lo consiguen, pero la realidad es que son estas facciones las que más daño le hacen a la entidad, porque se asemejan a la cruza de caballos y burras que paren mulas que no sirven más que para rebuznar sin poder procrear.
Los entes que se consideran maquiavélicos impulsan irrisorios “cuadros” políticos que los aprovechan para su crecimiento económico. El gobernador debería hacer un llamado y probar a sus “aliados” exigiéndoles retirarse de esas “mesas políticas” para modificar el panorama que, aunque parece controlado, sólo esta maniatado y es dañino.
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