Ejemplo y Sencillez: Diana Cabañas Mendoza

En su noveno aniversario Contrapunto hace honor a un talento. Quizás lo que para muchos jóvenes podría ser una aventura, para la joven presidenta del DIF municipal de Tulum, es una seria oportunidad de servir.

Por Jonathann Estrada

Desde su infancia fue una niña resuelta, con mucho ímpetu para emprender y desarrollarse, incluso mucho más allá de los simples deseos de su común edad. Risueña y soñadora pero avispada y perceptible. En los primeros años de su adolescencia experimentó acontecimientos que a muy pocos en nuestro país les acontece.
Nació en la ciudad de Cancún, municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, el 8 de Julio de 1992. A la edad de 10 años sus padres la enviaron a un campamento que aún mantiene vigente en su memoria. Fue una experiencia que le abrió un abanico de ideas que contribuyó a una formación emprendedora. Actualmente tiene 19 años de edad, y aunque no se aparta de la diversión común de chicos de su edad, ella conserva una imagen respetuosa de la investidura que representa.

Breve historia académica

Estudió el kínder y la primaria en el Instituto Playa del Carmen; poco tiempo después, al concluir sus estudios básicos, cambió su residencia a Puerto Aventuras donde cursó la secundaria y se graduó en el Colegio Inglés con los estudios de preparatoria. Próximamente estudiará la universidad en donde pretende titularse en la Universidad Anáhuac de Cancún como licenciada en Psicología y especializarse en Psicogerontología.

La profesional

Diana Cabañas es una joven que se da a querer. Su relación con la señora Mariana Zorrilla de Borge es por demás cercana y de mucha simpatía. La presidenta estatal del DIF se ha percatado que muy por encima de su juventud, Diana es una joven con talento, sencillez y mucho espíritu de dedicación y entrega a la labor social. Para sorpresa incluso de las "primeras damas" de los diferentes municipios de la entidad, Diana es una joven con mucho empuje e ideas renovadoras en el servicio a la comunidad. Las visitas de Mariana Zorrilla a Tulum están pletóricas de programas, visitas y un significativo método de planeación y desarrollo muy propio de su juventud. Se entienden bien y se comunican constantemente.
Hija de la presidenta municipal de Tulum, Edith Mendoza Pino, la preparatoriana Diana Cabañas ha conseguido mantener un lazo estrecho entre la titular del estado y otras presidentas del DIF para establecer programas de colaboración que, al menos en Tulum, se desarrollan con agilidad y dinamismo. Diana Cabañas es Presidenta del sistema DIF del municipio de Tulum y diariamente está en contacto con los sectores más vulnerables de la sociedad. Esto en el discurso suena incluso demagogo, pero en la realidad es palpable.
La joven Diana se ha convertido aun más en una persona sensible; escucha y convive con niños, niñas, jóvenes, adultos mayores y discapacitados. Su escasa experiencia pero su decidida disponibilidad y entrega contribuyen a que su labor sea tangible.
Está consciente que ser presidenta del DIF es una tarea muy importante ya que al ser un organismo descentralizado, obtiene recursos particularmente de donativos de la sociedad y la iniciativa privada.

100 días de experiencia


A casi cien días de gobierno y de haber sido investida como presidenta del DIF, a la joven Diana se le nota muy entusiasmada con la tarea que le encomendó su madre, la Presidenta Municipal de Tulum.
A pregunta expresa respecto a cómo se siente en un cargo que no es común a su edad, Diana Cabañas resumió: "Creo que he podido desarrollar esta encomienda que me ha otorgado mi mamá Edith Mendoza Pino, ya que lo que sé, lo he aprendido de ella a lo largo de mi vida. Mi madre es una mujer de carácter fuerte, una incansable luchadora y siempre se ha mantenido firme en sus ideales, es por eso que la admiro".

Su sueño y pensamiento

Diana Cabañas finalmente, en el marco de dos preguntas que entablé vía telefónica, comparte sus ideales: "Yo soy como todas las jóvenes que sueñan con un mundo en donde las cosas más difíciles se compongan. Donde la violencia se erradique y la pobreza no exista. Eso no me aleja de la realidad, por el contrario, ese sueño me acerca a mi verdadera encomienda. Cuando pienso en el servicio público, pienso en una gran responsabilidad y estoy consciente que aún tengo mucho que aprender. Pongo lo mejor de mí y creo que principalmente lo que aporto es mi iniciativa y mis ideales. Pienso que nosotras dos (Edith Mendoza y Diana Cabañas) nos encontramos trabajando decididas por la ciudadanía para que el día de mañana Tulum sea un mejor lugar para vivir. Mis padres han sembrado en mí valores y principios que justamente ahora los estoy aplicando en mi trabajo, ya que diariamente debo de escuchar, atender y resolver las necesidades de diferentes personas que necesitan una mano amiga donde apoyarse".
Diana Cabañas es una joven mujer sencilla y elocuente. Su oficina, su tiempo y su agenda, se encuentra siempre disponible para la gente de Tulum. Es un simbólico ejemplo de responsabilidad y sencillez.