Gremio restaurantero en crisis

Por Alberto Cervantes

Restaurantes vacíos, pesadilla del gremio: Manuel Alcocer.

La capital quintanarroense continúa en el rezago en lo que respecta al tema del aeropuerto,  ya que mientras los problemas entre ASA y los campesinos del ejido Chetumal por la propiedad de más de 100 hectáreas donde se asienta parecen ser un nudo sin solución, algunas ideas como la del presidente municipal Carlos Mario Villanueva Tenorio de hacer un aeropuerto alterno, rayan –según algunos personajes– en un distractor ridículo.
El estado sin lugar a dudas  y sobre todo el sur ha crecido en importantes rubros como el hotelero, el deportivo, salud, educación, entre otros; pero dicho desarrollo desafortunadamente no se ha logrado a la par, pues aún siguen prevaleciendo dos Quintana Roo: el del norte y el del sur.
Mientras Chetumal carezca de un aeropuerto internacional de primer nivel no tendrá el tan añorado despunte que tanto han anunciado administraciones pasadas, consideró Manuel Jesús Alcocer Domínguez, presidente de la Unión de Propietarios de Restaurantes, Bares y Similares en la entidad.
El restaurantero dijo que se trata de un tema muy complejo, pero con una sola, precisa respuesta: no existe aún la tan anunciada recuperación económica que tanto vociferan las autoridades de los tres niveles.
–Las ventas de nuestros agremiados no han registrado aumento; al contrario, las ventas han caído en poco más del 20 por ciento, sólo estamos sacando lo indispensable para pagar servicios, empleados y materia prima. De ahí en fuera son pocos los negocios que han reportado incremento en ventas, uno de los sectores más afectados en nuestra agrupación son los bares– manifestó.
Expuso que la mayoría de los productos que utilizan deben enviarse desde otras entidades, lo que eleva sus costos, "esto nos ha repercutido seriamente en las ventas, originando cierres de negocios de diversos tipos en el sur del estado, ya que al no tener otras fuentes de ingresos como sí existen en la parte norte con el turismo, los comerciantes quiebran y deciden retirarse".
El tema de la seguridad también es motivo de preocupación, añadió el dirigente restaurantero: "Hace un año muchos de los agremiados de la organización, incluyéndome a mí, recibimos muchas llamadas de extorsión, en las cuales algunos sí cayeron. Últimamente estos casos han sido esporádicos. Este es un tema del cual las autoridades prefieren hacer caso omiso, por eso muchas de las veces el empresario decide mejor contratar seguridad personal o simplemente no denunciar los hechos, ante el tortuguismo que existe en materia de procuración de justicia".
–Lo que de plano no nos deja ni respirar son los robos, que en el pasado sexenio se dispararon considerablemente. Si me vas a preguntar si hemos denunciado, de entrada te digo que eso ya es algo que nos da flojera hacer, por los nulos resultados que han existido– fustigó.
Existen miles de averiguaciones previas por robo y que datan de más de dos años, a la fecha no han sido resueltas por la Procuraduría de Justicia del Estado, es por ello que algunos empresarios han optado por instalar cámaras de video vigilancia o contratar personal de seguridad privada, lo que es un arma de dos filos, ya que han existido casos en donde son los propios guardias quienes realizan los atracos.
Opinó que en Chetumal la economía está mermada, "realmente las empresas están para sobrevivir, no para hacer gran negocio; es por ello que creo que en estos momentos la gente no está interesada en invertir y más aun porque no existen verdaderos incentivos de parte del gobierno. Se necesita que el municipio de Othón P. Blanco tenga una reactivación completa en todos los sentidos."
Finalmente, consideró que algo muy importante es el aeropuerto: mientras no se tengan más vuelos, mientras no se resuelva el conflicto agrario que existe por los predios de la terminal aérea no se podrá tener la detonación económica que tanto se añora, por  lo que -dijo- "es tiempo de dar soluciones reales y no únicamente de querer hacer proyectos alternos cuando se tiene un aeropuerto al que solamente falta mano dura contra el abuso ejidal y que se trabaje adecuadamente", concluyó el entrevistado.