Escuelas eficaces
Por Flor González
Con base en el artículo "La dimensión administrativa de la gestión: Notas para una gestión del trabajo participativo", de José Luis Arias López, podemos concebir que el proceso de mejora de la calidad en el servicio educativo deben involucrarse docentes, directivos, estudiantes y la comunidad en general, es decir, se debe considerar la re-significación de las acciones de cambio trascendentes que pueden concretarse por la mediación del directivo o gestor en su ámbito de trabajo.
¿Qué se entiende por gestión?
Es cualquier acción de gestión orientada al por qué y para qué de la actuación educativa. En otras palabras, la movilización de recursos (personas, tiempo, dinero, materiales, etc.), implica la planificación de acciones, la distribución de tareas y responsabilidades, dirigir, coordinar y evaluar procesos y dar a conocer los resultados y, a la par, incluye actuaciones relativas al currículo, a la toma de decisiones en los órganos de gobierno, a la resolución de conflictos y que, evidentemente, son aspectos que no pueden quedar bajo la responsabilidad exclusiva del personal administrativo de un centro escolar.
La dimensión administrativa de la gestión
Los centros escolares, considerados como organizaciones, constituyen sistemas abiertos que, por su tendencia al equilibrio –señalado por Álvarez (1982)– normalmente se resisten al cambio; pero que, por las necesidades de adaptación al medio, requieren también del cambio, que, administrativamente y en función de una gestión que incide en la planeación, puede ser introducido.
Sin embargo, en la administración escolar actual es necesario considerar los elementos que configuran la dinámica de los centros escolares, que van desde la relación del centro con el entorno, la distribución de tareas y la organización para la enseñanza, hasta el manejo del personal y las demandas administrativas propias del plantel.
Dado lo anterior, el proceso de dirección y gestión afectan los aspectos más críticos de la tarea administrativa, en tanto que inciden en la integración de esfuerzos individuales hacia planes y objetivos comunes manteniéndose dentro de los límites fijados por la organización.
Caracterización del trabajo participativo
Una participación eficaz debiera orientarse por los principios de corresponsabilidad, cooperación, coordinación y autoridad democrática. Dentro de la organización escolar, misma que está inmersa en un sistema educativo, la formación de una cultura de trabajo participativo, inicia con la discusión de las posibles significaciones o cómo puede ser entendida ésta para los propósitos del centro educativo y su internalización, es decir, la construcción de la intersubjetividad en torno a la participación y su estructura en un proceso de trabajo común.
La gestión administrativa para el trabajo participativo
En un centro escolar, las acciones eficaces serán las derivadas de la definición de sus propios objetivos y del diseño –a su medida– del desarrollo y naturaleza de las tareas propias del centro. La existencia de cauces y órganos para posibilitar la participación en la gestión de la institución escolar y el trabajo participativo como criterio de calidad, sólo es posible mediante estructuras adecuadas que requieren, sin lugar a dudas, la constitución de equipos de gestión o unidades de trabajo.
Por lo tanto, los responsables de la administración escolar deben ser receptivos, competentes y capaces de evaluar de manera regular la eficacia de las normas y procedimientos administrativos, favorecer las actitudes del diálogo, de la participación y de la negociación, así como la coordinación vertical y horizontal, a la vez de evitar la reiteración de lo trivial y articular el debate institucional.
Conclusiones
La gestión es un concepto que asume la participación y responsabilidad de los agentes que confluyen en el ámbito escolar, con la intención de orientar la organización escolar en función de la acción educativa.
Los procesos de gestión y organización escolar, se integran en la creación de estructuras organizativas que posibilitan la incorporación de los participantes en la toma de decisiones del centro escolar.
La existencia de cauces y órganos para posibilitar la participación en la gestión de la institución escolar y el trabajo participativo como criterio de calidad, sólo son posibles mediante estructuras adecuadas que requieren, sin lugar a dudas, la constitución de equipos de gestión o unidades de trabajo, en suma, la colaboración participativa de los docentes.
Un modelo organizativo de centro escolar debe considerar la participación de todos sus integrantes en la planificación institucional y es un factor elemental para involucrarlos en la asunción de objetivos y en las estrategias operativas derivadas de ellos.
La gestión pedagógica es una clave fundamental para reconocer la imbricación entre las dimensiones administrativa y pedagógica subyacentes en la acción educativa e interpretar los procesos de cambio y transformación de la organización escolar.
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