EL REGRESO DEL "GRUPO TABASCO"

Creado por el otrora jefe policiaco –hoy preso en Nayarit– Francisco Velasco Delgado, alias “Vikingo”, el formal retorno del grupo comandado por Felipe Argüelles Mandujano podría representar la puerta abierta a una escalada de violencia en Cancún.

De la Redacción

"El Rayo"

A medida que se aproxima la toma de posesión del alcalde electo de Benito Juárez, cada vez son más fuertes los rumores en el sentido de que una de las piezas clave de la administración entrante, en la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, será ni más ni menos que Felipe de Jesús Argüelles Mandujano, mejor conocido en el ámbito policial como “El Rayo”, quien apenas hace unos meses fue exonerado por una juez federal, tras pasar más de cuatro años recluido en un penal de Mérida por las escandalosas ejecuciones ocurridas en noviembre del 2004 en Cancún y de quien se dice que con el dinero que recibió por concepto de sueldos caídos y demás, contribuyó económicamente a la campaña política perredista en Benito Juárez, asesorado por el también ex comandante Silverio Córdova, alias “Ariete”.

Pero además, junto con estos polémicos ex policías, llegaría de nueva cuenta el famoso “Grupo Tabasco”, creación del otrora jefe policiaco y hoy preso en Nayarit por sus aparentes nexos con el crimen organizado, Francisco Velasco Delgado, alias “Vikingo”.

Pero detrás de estas decisiones hay toda una compleja maraña de intereses, no sólo de políticos y policías sino hasta de abogados como Jorge Aguilar Osorio, Joaquín Espinoza Peón y Alberto Bermejo, entre otros personajes que pretenden regresar a tener el control de la policía de Cancún –como ocurrió en administraciones pasadas– cuyos jefes policiacos pactaron con el crimen organizado, en ese momento un solo grupo; pero al haber ahora más células criminales, la cosa no será tan sencilla y los arreglos que hagan podrían provocar una escalada de violencia en el municipio de Benito Juárez, que incluso llegaría a expandirse por la entidad.

La primera narcoejecución masiva en Cancún, en noviembre de 2004.

Ante esta evidente situación, el gobernador electo Roberto Borge Angulo ya tomó cartas en el asunto y adelantándose a las circunstancias decidió, junto con el Secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, contratar los servicios del General de Brigada Carlos Bibiano Villa Castillo –sobrino nieto de Pancho Villa “El Centauro del Norte”– como Secretario Estatal de Seguridad Pública.

Y es que el gobernador electo ha dicho que el propio secretario de la Defensa Nacional Guillermo Galván Galván eligió a Villa Castillo para frenar la ola de violencia que se vive principalmente en la zona norte de Quintana Roo, que es considerada como punto clave donde operan células del crimen organizado, lo que podría representar como un freno de mano para los jefes policiacos que sean designados en la nueva administración municipal.

Escalada de violencia

El General Carlos Bibiano Villa Castillo, a Seguridad Pública.

Según un reporte elaborado por la Secretaría de Gobernación y denominado “Información sobre el fenómeno delictivo en México”, señala que el 14 por ciento de los homicidios atribuidos al crimen organizado en 2010 ocurrieron en Quintana Roo, donde es bien sabido que los integrantes de estas bandas delictivas son protegidos por policías de los tres niveles de gobierno.

En los últimos días se han registrado al menos cinco ejecuciones, todas relacionadas con el tráfico de drogas y en lo subsecuente seguramente los crímenes se irán incrementando por los reajustes que ya se están dando a nivel estatal y municipal en Quintana Roo debido a los cambios políticos que se avecinan.

Sin duda, las autoridades estatales y municipales entrantes deberán estar preocupadas por lo que pueda suceder, ya que de ello dependerá su continuidad y credibilidad política, y el reverdecimiento el “Grupo Tabasco” representaría un importante  foco de atención.

La SIEDO sigue vigilando Quintana Roo

La SIEDO sigue con la mira bien puesta en Quintana Roo.

A partir del 2004, personal de la Sub-procuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) tiene la mira enfocada en Quintana Roo y particularmente en Cancún, donde el crimen organizado se ha asentado, bajo la complacencia de las autoridades federales, estatales y municipales, pues un gran porcentaje de los policías están a su servicio, y no por nada se han llevado detenidos a más de 40 funcionarios policiacos, pero por la misma ineficiencia de aquello encargados de “procurar justicia” en el país, muchos de ellos han sido liberados, como es el caso específico de “El Rayo", quien desde su trinchera no solo protegió, sino que ayudó a controlar, desde la cárcel, a la delincuencia organizada que operaba en las regiones con el apoyo de Alejandro Chacón Mantilla, entonces preso en la cárcel de Cancún y luego en el Cereso de Chetumal.

La SIEDO pues, sigue con los ojos bien puestos en el sur del país, principalmente en Quintana Roo donde con la fusión de la mafia cubano-americana y los Zetas, estas organizaciones se han vuelto aun más poderosas y han comprado a las autoridades de los tres niveles de gobierno y de todo esto tiene registro no sólo la SIEDO, sino el propio Cisen y sólo están esperando el momento preciso –un descuido– para entrar en acción.  

Contrapunto ha dado puntual seguimiento desde el 2003 a los actos delincuenciales que perpetraron integrantes del “Grupo Tabasco” encabezados por “El Rayo” y protegidos obviamente por los jefes policiacos y presidentes municipales, quienes una y otra vez han solapado las “transas” de sus elementos, ya que la policía municipal siempre ha fungido como eficaz “caja chica” del municipio.

De manera momentánea el “Grupo Tabasco” desapareció con la llegada de Luis Felipe  Saidén Ojeda y su “Grupo Yucatán”, que sólo duró un año para ser desintegrado y ahora, con el gobierno municipal entrante, la pretensión es meter nuevamente a “El Rayo” y su séquito, para el control total y así poder pactar con el mejor postor, esto quiere decir, con aquella célula del crimen organizado que esté acechando.