Con más de 10 años al frente del Suchaa, Rubén Pelayo se ha valido de toda clase de artimañas para perpetuarse en el poder, bajo el cobijo y amparo de las autoridades que no han hecho nada para ponerle un alto a sus atropellos sindicales.
Por Alberto Cervantes
Con más de 10 años al frente del Sindicato Único de Choferes al Alquiler (Suchaa), Rubén Pelayo Kuc, parece no tener, como popularmente se dice, “para cuándo irse", pese a que taxistas disidentes se han manifestado constantemente en su contra durante muchos años.
Los excesos contra sus agremiados, las irregularidades al interior de su agrupación y el enriquecimiento ilícito, finalmente le están cobrando las facturas. Pelayo Kuc ha hecho al sindicato como ha querido, se ha valido de asambleas irregulares para reelegirse, con el apoyo de una supuesta mayoría.
En este sentido, no es la primera vez que las cosas llegan al extremo y se registran enfrentamientos; hace unos años lo mismo sucedió en el sexenio de Joaquín Hendricks Díaz, quien lo defendió y hasta evitó que lo detuvieran durante una asamblea. Pelayo Kuc tuvo que ser ingresado al edificio del Suchaa en la cajuela de un vehículo, tras ser acusado y relacionado con algunos delitos.
Lo que indudablemente es cierto es que esta organización sindical se ha convertido en una verdadera red de corruptela dentro que ha permitido la estancia de Pelayo Kuc desde el año 2000.
En tanto que Pelayo Kuc mantiene a los trabajadores del volante conformándose tan sólo con algunas regalías, él ha logrado amasar una fortuna que consta desde varias placas de taxis, pasando por terrenos, viviendas, vehículos de lujo y hasta un yate.
Además de que nunca ha informado claramente qué es lo que se hace con las cuotas de los tres mil socios, socios ayudantes y martillos que integran la agrupación sindical, ni se diga del recurso que ingresa vía la gasolinera "Kohunlich", propiedad del Suchaa.
Rubén Pelayo no ha permitido, desde que asumió el cargo de forma oficial, que nadie más ostente la dirigencia, para lo cual se ha valido de artimañas y artilugios para reelegirse una y otra vez, todo bajo el cobijo y amparo de las autoridades que no han hecho nada para ponerle un alto a sus atropellos sindicales.
Como ha sido siempre su costumbre, meses antes de que termine el período correspondiente a su gestión, opera para que en reuniones comunes con la mayoría de sus agremiados, aprovecha la situación y en forma por demás sorpresiva, mencione o lance ahí mismo su reelección, convirtiendo cualquier evento como una asamblea válida para que pueda ratificarse en la dirigencia del Suchaa.
A decir verdad, Pelayo Kuc se siente ya con raíces en el puesto, tiene en la cabeza la certeza de que nadie lo quitará. Tanta es su seguridad de apoyo político, que se burla de sus críticos y divulga en algunos medios de comunicación que él seguirá en el puesto, "pese a quien le pese y pase lo que pase", al sentir el respaldo político.
El ha mencionado en reiteradas ocasiones a los medios de comunicación que seguirá en el cargo, que nadie lo quitará porque "el gobierno lo apoya".
Es por eso que el sindicato se ha visto en hechos violentos enfrentamientos en la capital del estado entre taxistas "alineados" y opositores desde marzo a la fecha, que van desde mítines en Palacio de Gobierno, personas que se ponen en huelga de hambre, al caso extremo de personas que simulan estar crucificadas pidiendo a las autoridades la destitución de Pelayo Kuc.
Para el día primero de mayo, llamó la atención que pasaros los miles de trabajadores del gobierno del estado y hasta el último fueron taxistas del Suchaa, manifestándose frente a todo el poder ejecutivo, legislativo y judicial.
Ahí algunos taxistas mencionaron que las concesiones de placa de taxi se han devaluado por culpa del dirigente del Suchaa, pero aún hay más, pues dijeron que este "líder charro" ha emprendido una cacería contra los socios ayudantes que no están al día en el pago de sus cuotas.
Agregaron que actualmente el periodo de Rubén Pelayo Kuc debe terminar el 8 de diciembre del 2011, sin embargo, desde diciembre del año pasado se reeligió con las mismas mañas y con las mismas trampas que ha hecho desde siempre, por lo que no queda claro cómo es que tiene a la mayoría de la gente.
En el pasado enfrentamiento del 5 de mayo, Rubén Pelayo pagó el día a cientos de "martillos" y condonó sus cuotas, para que protegieran las instalaciones del sindicato y permanecieran vigilando el edificio, sin embargo los disidentes se le adelantaron y lograron tomarlo.
La situación aún se mantiene tensa, pues aún las vallas rodean este sindicato con algunos elementos de la policía estatal y no se sabrá hasta que se den las próximas elecciones de diciembre, cuando se supone que tendrían que renovar al dirigente; lo que es una realidad es que los inconformes han señalado que llegarán hasta las últimas consecuencias y que no permitirán que Pelayo Kuc permanezca al frente del gremio, a pesar de que existe una propuesta para que el todavía líder taxista solamente permanezca lo que resta del año al frente del Suchaa y no participe en la próxima elección del secretario general.
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