sábado, 9 de julio de 2011

Contrapunto va más allá

En la edición 180, con su aguda capacidad de análisis, la periodista Lilia Arellano compartía su visión sobre el nuevo ciclo que iniciaba nuestra revista; hoy la reproducimos  junto con el editorial que la acompañaba, puntual declaración de principios sobre la cual, dos años y medio después, seguimos basando nuestros empeños periodísticos.

EDITORIAL

Contrapunto es una revista que nace con sentido periodístico. Mucho hemos anunciado nuestro apego a lo objetivo y nuestra lucha incansable por mantener nuestra libertad de expresión. En ningún caso, incluso con aquellos que nos han agredido o violentado nuestras garantías individuales, hemos desatado una "batalla" mediática utilizando nuestras páginas con fines personales. Por el contrario, siempre hemos buscado tener ecuanimidad en nuestros criterios y hacer a un lado las pasiones y emociones para poder conseguir realmente informarles a nuestros lectores objetivamente.
Hoy Contrapunto surge con un nuevo emblema, "PARA LOS QUE SABEN LEER", pretendemos con este dicho hacer conciencia que no todo lo que se dice es literalmente interpretativo. Que ante nuestros análisis, críticas u opiniones debe haber también un estudio profundo que permita que el lector llegue al fondo y se forme su propio criterio. Somos un medio idealista y visionario. Jamás nos apartamos de realidades, por tanto no asumimos deidades ni creemos en mitos. Estudiamos muy bien la historia de Quintana Roo y observamos hechos por eso en muchos de nuestros textos ustedes encontraran anécdotas, historias e incluso hechos. Por ninguna circunstancias adoptamos creencias ficticias y mucho menos cultivamos estandartes o fabricamos altares. Nuestro trabajo lo hemos cuidado para crecer como hemos crecido, con austeridad y perseverancia, sin ambicionar tenerlo todo de facto o fácil, siempre pensando en gradualmente crecer por nuestros méritos y el cumplimiento cabal de nuestras obligaciones.
Contrapunto retoma su formato original por ser más digerible. Le impregnamos un mejor diseño y lo hacemos más ilustrativo. Duplicamos nuestro número de ejemplares y ampliamos nuestra distribución que poco a poco usted podrá constatar. Pensamos como una empresa seria y responsable con sus lectores, al mismo tiempo que cuidamos nuestro estilo.
Queremos brindarle más calidad que cantidad y aunque habrá más Contrapunto en los despachos, oficinas y puntos de ventas, lo más importante es que cubrimos una exigencia de nuestros lectores, ser más diligentes en nuestro trabajo informativo.
Confesamos que nos dimos un año "sabático". Fue una estrategia que nos permitió proveernos para ser más independientes. Por ello ahora podemos estar mejor con ustedes y por eso ustedes podrán leernos más. Nuestro objetivo no es llegar arriba, sino mantenernos. Qué mejor que paso a pasito. Sin prisas. Con el apoyo de quienes creen en la libertad de expresión. Los enemigos de esta ley, solitos van quedando en el ostracismo. Muy lejos de quienes ven este derecho como un autentico modo de contribuir a la democracia.
¡Gracias por seguir con nosotros!

Contrapunto va más allá
En la Opinión de Lilia Arellano

A lo largo de la historia de la humanidad el número siete ha tenido una gran relevancia. No hay una sola religión que no lo cite dentro de sus preceptos, dentro de sus normas y es, para muchos, cabalístico. Es así que justo a los siete años de haber surgido a la opinión pública, Contrapunto decidió entrar en una segunda etapa, más firme,  en la que no solo hay renovación en formato, en presentación, en diseño, sino que van mucho más allá: en su contenido, en la profundidad de los análisis, en la seriedad y veracidad de las investigaciones, en su expansión.
La revista que hoy está en sus manos es producto de siete años de esfuerzo permanente, constante; de celebraciones y de reflexiones; de angustias económicas y de placer por los reconocimientos. Es el resultado de la lucha que día tras día llevan a cabo tres periodistas: Jonathann Estrada, Francisco José Cervera Fernández y Ariel Alberto Padilla Cámara, tres pensamientos distintos con un solo objetivo: hacer un buen periodismo, el que realmente le sirve a la sociedad, la orienta, forma opinión.
Son nuestros tiempos los del cambio y éste se le exige día a día a los gobernantes a través de los medios de comunicación que se constituyen en el vehículo de información de unos y otros. Dentro de éstas exigencias aparecen ya unas nuevas y que versan en los valores, en los principios, en los objetivos. No se trata ya de contar con medios que se caractericen por ensalzar a quienes gobiernan en una pretendida fórmula de engaño permanente, como tampoco es éste un periodo en el que deba pasarse por alto que cuando se es crítico deben ofrecerse las pruebas y contar con solidez moral para emprender la tarea.
Y esto último ha sido característica primordial en Contrapunto y los valores son reflejo de quienes están en la permanente tarea de llevar la revista hasta los lectores. La unidad familiar es el orgullo de Jonathann, de Francisco y de Ariel. Los tres pertenecen a lo que llaman "la cultura del esfuerzo", están acostumbrados a las jornadas laborales que parecen no tener fin. Así fueron educados, así lo aprendieron de sus padres.
Como de ellos también obtuvieron los valores que los acompañan y que también les permitieron infancias felices y le negaron el desarrollo a los complejos. Amantes del oficio periodístico han buscado también aquellas tareas que engrandecen el espíritu. Jonathann canta, y lo hace bien, y ha grabado tres discos. Francisco José como buen caricaturista político tiene un sentido agudo del humor y ve la vida bajo una óptica que todo lo resume pero que permite reír, gesto cada vez más lejano en nuestro tiempo.
Ariel fue ya obispo en su Iglesia, nacido en Tizimín habla con un gran orgullo de su pueblo, del de hoy y del de hace 500 años, de sus fiestas, de sus tradiciones, de la comida. Le gusta tanto investigar como administrar y considera que ambas tareas se empalman cuando se trata de unir cada pieza, de instalar cada número y cada parte de la información que se recaba justo en su lugar.
Los tres están en década de los 30, aunque a decir verdad dos de ellos estarán en unos meses en la siguiente; sin excepción, los 3 transmiten entusiasmo, están ciertos de que la nueva etapa de la revista Contrapunto les permitirá expandirse, llegar al objetivo de contar también con circulación peninsular y crecer con una estación de radio que se signifique por ser independiente, además de luchar por un canal televisivo que revele las verdades, las realidades que ya ellos mismos, en el tiempo, han escrito.    
Ahora cuenta usted con un Contrapunto en un formato tabloide, con impresión a color en la portada y contraportada, lo que encontrará dentro, el análisis, la opinión, los artículos, reportajes, investigación periodística, seguramente lo llevará obligadamente y con gusto a tenerlo cada quincena, cada semana, como su revista preferida, con la que, a través de una información veraz, seria, logrará una acertada selección de gobernantes, pero que también le brindará otras secciones que le harán mucho más agradable la vida.
El reto para estos "tres mosqueteros" del periodismo quintanarroense no es fácil, no lo será; aunque ni duda cabe que encontrarán el éxito y, conociendo su trabajo, quienes han seguido Contrapunto esperan que, más adelante, se encuentren en el concierto de quienes dirigen la opinión nacional.

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