martes, 15 de noviembre de 2011

Un año de pesadilla

A pesar de los cambios en la delegación Quintana Roo de la PGR y con la rotación de prácticamente todos los elementos de la AFI, la realidad es que la dependencia federal sigue tan ajena a los hechos relacionados con la delincuencia organizada como hace años.

Por José Pinto Casarrubias

Se acerca la conclusión del 2011 y no pinta mejor de como inició, con un primer trimestre de los más violentos que se recuerden en Cancún.
A la fecha ya suman al menos 60 personas ejecutadas en este destino turístico y a pesar de los cambios en la delegación Quintana Roo de la Procuraduría General de la República (PGR), con el nombramiento de la titular María López Urbina y con la rotación de prácticamente todos los elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), la realidad es que la dependencia federal sigue tan ajena a los hechos relacionados con la delincuencia organizada como hace años.
Recientemente se atrajo el caso del atentado en contra del ex alcalde de Solidaridad Miguel Ramón Martín Azueta, sin embargo no hay que ser adivinos para saber que la investigación traerá pocos o nulos resultados, sobre todo luego de la absurda “confesión” de los presuntos implicados en el ataque, quienes argumentaron que un conflicto vial habría provocado dicho ataque.
Pero éste es solo un caso de la infinidad de hechos registrados y que tiene que ver, sin lugar a dudas, con el crimen organizado, pues la cifra de ejecuciones se acerca dramáticamente al doble de las ocurridas en el 2007 y solo 4 menos que en todo el 2010, considerado como el año más violento en la historia de Cancún, pues los sicarios recurrieron a métodos nunca antes vistos en esta ciudad como sacarle el corazón a una de sus víctimas o incendiar un bar con gente dentro.
Si bien se han registrado infinidad de detenciones de presuntos “cabecillas” pertenecientes a células criminales que operan en toda la entidad, la mayoría se realizan a través de las labores de inteligencia de la Policía Federal o de la propia Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), quien ni siquiera notifica a la PGR delegación Quintana Roo por razones que tiene que ver con la poca confialidad que existe.

PGR delegación Quintana Roo, una dependencia fantasmal

Desde que la PGR fue desmantelada en diciembre del 2004, tras la ejecución de tres agentes federales y la captura de sus altos mandos, la dependencia federal no ha esclarecido un solo hecho vinculado con ejecuciones, balaceras, aseguramiento de narco laboratorios, nada, sencillamente esa dependencia parece un fantasma, con autoridades que solo son colocadas sin razón aparente o para aparecer en eventos públicos, pero no para anunciar a la ciudadanía sus acciones en el combate al crimen organizado, porque sencillamente no se hace absolutamente nada. 
Pero estas omisiones y nulas acciones no son cosa nueva, incluso con su propia gente, pues en el 2006 fue ejecutado el entonces subdelegado de procedimientos penales “A” Sam Rodríguez Rodríguez, quien fue emboscado a unos metros del edificio de la PGR y a 5 años de ocurrido el suceso, jamás se volvió a mencionar algún avance de la indagatoria, salvo la detención de dos bailarinas, que evidentemente solo fueron “chivos expiatorios”.
Y esta situación evidentemente obliga a la ciudadanía a sentirse indefensa, pues la credibilidad de la PGR es cada vez menor, pero si a esto le agregamos que la desconfianza se extiende al resto de las corporaciones policiacas con sus evidentes vínculos con organizaciones criminales, la cosa  no solo se agrava, sino que es atemorizante.
De hecho, los diputados locales José de la Peña y Baltazar Tuyub coinciden en que mientras no exista una coordinación real entre las dependencias de los tres niveles de gobierno, la ciudadanía seguirá a merced de la delincuencia común y por supuesto también de la organizada.
Del 2007 a la fecha, la cifra de ejecutados ya rebasó las 160 y a pesar de que en algunos casos se han dado detenciones, prácticamente ningún caso ha quedado resuelto.
De los crímenes relacionados con la delincuencia organizada, prácticamente en todos los casos las víctimas eran hombres; solo cuatro mujeres y 5 no lograron ser identificados.
Las ejecuciones en agravio de mujeres en este destino turístico si bien son contadas, no son cosa nueva, pues en los últimos 4 años suman por lo menos 17 casos en agravio de personas de este sexo.
Hay que mencionar que de acuerdo con cifras de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), durante el 2010 se registraron alrededor de 420 homicidios entre dolosos y culposos solamente en Cancún, lo que nos da un promedio de 1.5 homicidios al día, incluyendo las ejecuciones y hasta octubre de este 2011 la cifra ya era ligeramente superior.

Terror en lugares públicos

Los ajustes de cuenta del narcotráfico en Cancún son muy evidentes y cada vez se hacen más comunes, pues se registra el hallazgo de un cadáver relacionado con el crimen organizado aproximadamente cada 5 días, preferentemente en baldíos cercanos al arco vial norte.
Sin embargo, desde hace varios años dejaron de ser aislados los casos de ejecuciones a balazos en plazas comerciales o en lugares públicos, donde comandos armados acribillan a sus víctimas a plena luz del día y en presencia de gente inocente.
Hace unas semanas ejecutaron de 8 balazos  al empresario Luis Carlos Carrillo Cano, de 56 años, un empresario de la construcción que tuvo a su cargo la ampliación de la cárcel de Cancún en el 2009, y que fue señalado como familiar del jefe del Cártel de Juárez, Vicente Carrillo Fuentes.
El atentado se registró cuando se dirigía a su camioneta estacionada en el local El Pollo Feliz, en la avenida Andrés Quintana Roo a unos cuantos metros de Plaza Arte.
En agosto de este mismo año, se registró otra ejecución en Plaza Solares, localizada frente a Malecón Cancún, lugar muy concurrido, donde acribillaron alrededor de las 7 de la noche a un presunto integrante del Cártel de Sinaloa quien tenía dos identificaciones, una a nombre de Miguel Rodríguez Olivera, originario de Zapopan, Jalisco y la otra a nombre de Miguel Ángel Gutiérrez Sánchez. El ataque se registró en la terraza del local, Zen Sushi Bar, lugar del que era socio.

Hechos nada aislados; mientras, la PGR ni se inmuta

Hay que mencionar que en esa misma plaza ocurrió otro atentado a balazos el 18 de noviembre, pero del año pasado, donde otro empresario fue ultimado a tiros cuando salía de comer, justo del mismo restorán de sushi.
La víctima, Jorge Jiménez Contreras, era propietario de la empresa, Jaguar y recibió al menos 12 tiros, también en un horario donde había mucha gente.
El 12 de Diciembre de ese mismo 2010, a plena luz del día y dentro del restaurante, El Timón de Cancún, localizado sobre Avenida Chichén Itzá en la Supermanzana 58, dos hombres fueron acribillados con armas AR-15 por tres sicarios fuertemente armados.
Las víctimas fueron identificadas como Javier Ramos Reyes, quien tenía antecedentes penales por delitos contra la salud e incluso ya había purgado su pena y Héctor Hernández León, quien tenía problemas con un abogado por el litigio de una casa.
Meses antes, el 26 de abril ejecutaron a balazos al judicial Felipe Trinidad Cocom Puc, en una céntrica gasolinera, también a plena luz del día.
El 8 de junio, el comandante de la policía judicial, Tomás Sánchez May, fue asesinado en el estacionamiento de la Gran Plaza.
En ese atentado, otro judicial logró herir a uno de los sicarios, identificado como Alejandro Valdez Gutiérrez y/o Arturo Pérez Sánchez (a) “Comandante Pelón”, jefe de la célula de “Los Zetas”, quien fue capturado por la judicial y elementos del Ejército, en la clínica Santa Elena, donde más tarde se realizaron varios cateos que dieron como resultado, la detenciones de más miembros de esta organización criminal.
En marzo del 2007, el antillano Humberto Febles Santana y uno de los líderes de la mafia cubano-americana, fue ejecutado de al menos de 13 balazos por un comando armado en la planta baja de la Plaza China Town.
Esa madrugada, el cubano bajaba de un bar muy concurrido y al pie de las escaleras fue acribillado a quemarropa.
Y años antes, en el 2002, asesinaron a la hora de la comida a un sujeto cuando salía del restorán de mariscos, El Cejas, localizado en el Mercado 28, todo esto sin mencionar todas las balaceras donde no ha habido víctimas mortales, pero que se dan en presencia de gente inocente como la ocurrida el 13 de febrero del 2011 en la región 233, resultando dos jóvenes lesionados, las cotidianas balaceras en el poblado de Alfredo V. Bonfil o la ocurrida el 20 de septiembre pasado en el fraccionamiento paseos Kabah de la región 225, donde se logró la captura de tres sujetos, quienes utilizaron armas de alto poder en la balacera.
Por ello es impostergable ya la actuación de una vez por todas de las autoridades de la PGR en este tipo de acciones, de lo contrario ciudades como Cancún y Playa del Carmen llegarán a ser como Tijuana o Monterrey.

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