Concluye la gestión de Andrés Ruiz Morcillo al frente del ayuntamiento Othón P. Blanco, y de nueva cuenta quedan pendientes las promesas de cada trienio, de desarrollo y dotación de infraestructura que finalmente brinden al sur del estado la trascendencia que merece.
Por Alberto Cervantes
Desde la creación de Quintana Roo hasta nuestros días, es decir, del 8 de Octubre de 1974 a la fecha han pasado ya 36 años y meses rumbo al próximo aniversario.
Para Quintana Roo, Chetumal es su capital política mas no económica, en su rostro urbano presenta huellas imborrables de sus distintas etapas de crecimiento, estancamiento, catástrofes, desarrollo; dejando cicatrices inmemoriales en su corteza, es decir, en su lado más visible y reconocible: la imagen urbana y las grandes obras inconclusas.
Este trienio Chetumal fue olvidado por las autoridades locales, ya que el edil capitalino Andrés Ruiz Morcillo estuvo más inmerso en otros temas y necedades como la falaz ilusión de ser candidato a gobernador y en escándalos, fuera del contexto de su prometido trabajo para lograr obras de importancia para Chetumal, olvidando el “Proyecto de revitalización urbana del corredor turístico y comercial de la avenida de la Héroes del centro histórico”, sin dudas la mayor cuenta pendiente con la capital del estado de Quintana Roo, pues implica más allá de la propia avenida: es ante todo la renovación urbana del centro histórico de la Chetumal.
Requiere de la reparación de toda la infraestructura de dotación de servicios y su modernización tiene cáncer de olvido el centro de la ciudad; por lo tanto, una simple aspirina es una burla a la inteligencia de los othonenses.
El gobernante que anhele la gloria histórica más que la política, es el que está llamado a intervenir de manera efectiva en éste gran proyecto de ciudad ya que Ruiz Morcillo nada hizo por la Avenida Héroes.
Inversiones importantes e incalculables en el sector económico y turístico despreciado por la falta de visión bajo el argumento del supuesto daño ecológico a la bahía en el plan de rescate de la Bahía.
Un plan parcial de desarrollo urbano que lo desmitifique de la porción urbana y el establecimiento de estrategias de conservación y desarrollo hará que lo apreciamos más de lo que la aborrecemos, pues su cuidado y protección ambiental no quedará en simples pronunciamientos sino más bien su revalorización urbana nos hará revalorizar que no se puede construir por ejemplo y que sí se debe inclusive promocionar y permitir.
Hoteles ecológicos, marinas, clubes de playa, bares y restaurantes, festivales culturales y deportivos tanto acuáticos como pedestres, harán de la ciudad de Chetumal el rostro más bello que alguna vez mirará hacia el mar y ya no.
Ruiz Morcillo olvidó el Plan de Vialidades de Chetumal, la seguridad social de los habitantes de la capital del estado no tiene precio, un plan de rango de ciudad para el ordenamiento de calles y avenidas que son parte de la imagen urbana y de belleza reconocida por propios y visitantes.
Este plan parcial vial no consiste simplemente en sólo abrir calles, ya que en su contenido propone una red de vialidades y las zonas de crecimiento de la mancha urbana hacia la zona norte que es el único lugar donde se puede.
Ya que al sur y al este tenemos el cuerpo de agua de la bahía de Chetumal y al oeste las poblaciones que ya se empiezan a conurbar: Subteniente López, Huay-Pix, al noroeste nos limita el cuerpo de agua conocido como la sabana y al noreste la población de calderitas.
Para nada le interesó a Ruiz Morcillo el Aeropuerto de Chetumal, tanto su reubicación por márgenes de seguridad demográfica de la capital como por la acción estratégica-turística que representa para el incipiente desarrollo de la zona sur, en donde el edil se lavó las manos.
La “megachatarra”, o megaescultura no trascendió para bien o mal en el trienio morcillista. El diseño artístico-escultórico de la obra como tal se debe a “Sebastián”, escultor mexicano de nombre Enrique Carbajal. Sin embargo, las dos administraciones gubernamentales que la han administrado por múltiples inconsistencias de inversión, promoción y difusión social con que debe contar todo proyecto de escala urbana; pero sobre todo la aversión a la controvertida obra no han hecho más que imposibilitar su conclusión.
La jerarquía gubernamental de la Ciudad de Chetumal como Capital del Estado; exige la promoción y difusión de sus actividades socioeconómicas, agroindustriales, forestales, turísticas, culturales, por lo que las instalaciones de la Expofer, no tuvieron ningún remozamiento real.
El muelle fiscal tampoco fue tomado en cuenta por Ruiz Morcillo, el transporte vía marítima fue el principal medio de comunicación e intercambio comercial y de toda índole; hoy en día, el segmento debe ser detonado en todas sus vertientes.
Reactivando en primer lugar la infraestructura con la que actualmente cuenta la propia ciudad de Chetumal; incentivando la inversión económica y sumándola a la región mediante las escaleras náuticas disponibles en el Caribe.
El puente carretero sobre la bahía de Chetumal a punta calentura, ni enterado Ruiz Morcillo, ya que sería una acción estratégica que detonaría el desarrollo aún incipiente de la Costa Maya.
Que a pesar de contar con un puerto de arribo de cruceros y estar conectada vía terrestre a través de la carretera Cafetal-Mahahual; aún así limita su mayor aprovechamiento como único producto o destino turístico de alto valor.
La conexión directa vía terrestre desde la misma ciudad de Chetumal a través de un puente carretero que se prolongaría desde la Avenida Insurgentes en línea recta y que uniría con la península en el punto conocido como Punta Calentura del lado interno de la bahía de Chetumal.
Con esta acción se facilitaría el arribo de visitantes de Centro América y de nuestro mismo país. La ciudad de Chetumal se beneficiaría al proveer los servicios y abastecimiento para la Costa Maya en su total magnitud.
Con una marina internacional se pudiera atraer la inversión económica a través de la vocación portuaria inexplorada e ignorada por décadas en la capital del Estado.
Originando el incipiente desarrollo económico que actualmente subyuga a la población económicamente activa que sólo encuentra en el sector gubernamental la única fuente de empleo. La marina internacional dotaría un punto de paso intermedio en la enorme escalera náutica que compone Norteamérica con el Caribe y que no tiene sitio de atraque, arribo o descanso. Es susceptible de ubicarse en la zona lacustre que conforma el Río Hondo a través del Estero de Chaac o cercana a la población de Calderitas.
El relanzamiento de Chetumal también fue olvidado por Andrés Ruiz, esfuerzos aislados dan resultados dispersos, la Capital del Estado de Quintana Roo requiere un reposicionamiento de escala global como ciudad que concentra los servicios urbanos y para sí misma y para el estado.
Es decir, el éxito de Quintana Roo requiere de una reorganización y reingeniería en todo sentido. El que tenga oídos para oír, que lo haga sin embargo la convexa visión de Andrés Ruiz Morcillo no le permitió ver toda esta gama de infraestructura para poder hacer que Othón P. Blanco detonara.
Más importante fue hacer un zoológico mal hecho, junto a una deficiente obra como la remodelación del DIF Municipal, y pareciera que sólo el monumento a la familia es lo más destacable de este trienio que al fin acaba.
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