lunes, 30 de enero de 2012

"Admito que lloré pero me mantuve fuerte"

En Contrapunto hemos entrevistado a un sinnumero de políticos de todos los niveles, sin embargo, hemos de reconocer esa fortaleza, originalidad y humanismo de la presidenta municipa de Tulum, Edith Mendoza Pino.

Por Jonathann Estrada

Su condición de mujer, no por la superficial interpretación de considerarla del sexo débil sino por las circunstancias en las que fue electa (antes de ser candidata no era la favorita del sistema priista en turno, recibió un ayuntamiento en bancarrota, los "eruditos" de la política minimizan su intelecto y tiene como alacrán un ex alcalde protegido por un manto de impunidad), le han valido el reconocimiento de gente que ve con rechazo la manera tan ruin con la que han flagelado a su familia, principalmente a su hija, una joven de 18 años que por mucho que esté en el escrutinio público no merecía ser víctima de esa cobarde venganza política.
La alcaldesa Edith Mendoza no se anda con rodeos. Reconoce sus fallas, "pero no soy la única", manifiesta, al mismo tiempo que asegura ser muy honesta cuando se trata de aceptar o acatar lineamientos: "A mí si algo no me parece lo digo directamente y no escondo mi opinión, sin embargo hay quienes le hacen creer al sistema que  acatan las órdenes y por otro lado hacen cosas que traicionan la palabra empeñada"; y en esa materia tiene razón, la alcaldesa no guarda opiniones o conjeturas, su forma quizás un tanto desenfadada de expresarse le permite decir con franqueza lo que piensa y siente. No se le puede juzgar de falsa porque no le teme a la verdad y esa posición, esa forma, es un motivo sustancial en la lista de conflictos que le han reventado. Está muy claro que al momento de hablar mira a los ojos fijamente y que su rostro no esconde gestos. La descarga política en contra -según su propia opinión- le ha permitido refugiarse en la atención ciudadana, en donde el reconocimiento de la gente se nota por donde camina. "Yo prefiero hacer calles y dar atención a la demanda social que pagar encuestas de opinión o medios que me construyan una imagen irreal", y es que Edith Mendoza no disimula su estilo y sencillez, lo mismo que esa animadversión al chantaje del que ha sido objeto por algunos medios de comunicación que -como dice ella- "no me quieren".

La entrevista:

—Dígame, presidenta, ¿cómo se siente en su cargo?
—Creo yo que si el ser humano no tiene cargos de conciencia porque siente que las cosas las está haciendo bien, puedes descansar tranquilamente, yo no tengo ningún problema para dormir; eso para mí es una señal de que las cosas las estamos haciendo bien. Existen errores humanos inevitables pero siempre está la buena voluntad para corregirlos.

—¿Usted tiene alguna encuesta en donde se pueda medir cómo está su popularidad en Tulum?
—Mira, la mayor encuesta que puedo tener es la que la gente te manifiesta directamente, porque creo que pedir una encuesta me generaría un costo y realmente prefiero seguir haciendo calles y parques que gastar en encuestas por el simple hecho de conocer estadisticas. Yo estoy bajo un escrutinio público y aunque pagara mil encuestas que digan que estoy bien o mal, lo más importante es cómo la gente me recuerde. No hay mejor encuesta que la de los ciudadanos, cuando pasas por sus calles, cuando los niños salen y gritan tu nombre, cuando los padres de familia te alzan la mano aun con el cristal cerrado, solo viendo que es tu vehículo, pasan y te saludan: yo creo que no hay mejor encuesta que esa.

—¿Es usted querida por la clase política municipal?
—Nadie tiene un cariño absoluto de un ámbito como el político. Yo considero que he sido respetuosa de todos los grupos, de todos los partidos y de todas las religiones; desde el primer día que gané las elecciones, desde el primer día de la administración dije: "gobernaré para todos" y es lo que estamos haciendo. Los que no comparten conmigo y están buscando afrentas, son los que quizás temen que una mujer haga mejor las cosas que ellos no hicieron con amor a su municipio.

—Su relación política con el Gobernador del Estado, ¿cómo es? 
—Soy respetuosa de lo que él rige como gobernador, somos respetuosos de eso, trabajando de la mano en muchos proyectos, tal vez aportando con los proyectos y el aportando el recurso. Hay  gente que busca un enfrentamiento para obtener del "río revuelto, ganancia de pescadores", utilizan incluso mi forma de pensar y mi estilo franco para hacerle creer al gobernador que yo me opongo a sus instrucciones o que no reconozco su liderazgo. El licenciado Roberto Borge Angulo me conoce desde hace muchos años y estoy segura que él no cree todas esas cizañas pretenciosas. Lo primero que aprendí en política es a respetar jerarquías y él es el señor gobernador y es respetada su palabra y persona en todos los rincones del municipio de Tulum. Y la primera en quitarse el sombrero es la presidenta municipal, soy yo, porque lo que estamos haciendo el gobernador por los ciudadanos de Tulum requiere de armonía y concordia, y para legitimar cada uno de los programas, acciones o creaciones del gobierno municipal, es necesaria la aceptación y participación de nuestro gobernador. Yo tengo excelente relación con él y si alguna vez he ejercido mi derecho a opinar, siempre ha sido dentro de las facultades que me confiere ser presidenta municipal pero con estricto respeto a la investidura del gobernador.

—¿Cuál va a ser la mejor herencia, o la herencia más importante que le deje Edith a sus ciudadanos? 
—Mira, en cuestión económica que es la más importante y la que más le importa al ciudadano, yo creo que la mejor herencia que le puedo dejar en los proyectos que tenemos en puerta, es ver circulando el turismo en las avenidas principales, en las plazas, porque para mí no era justo que a pesar d e que estamos a unos minutos de la zona arqueológica, el año pasado hayamos tenido un millón 400 mil turistas nada más. Al día de hoy, en lo que va del año, nos han visitado muchísimos turistas extranjeros en la zona arqueológica. Ya saben que existe la ciudad de Tulum y empiezan a llegar a la explanada, a los restaurantes, a la zona de playas, y antes esto no se daba; repito, hoy tenemos mucho turista, yo creo que la mejor herencia, aparte de la obra que estamos haciendo, es dejar un municipio con excelente promoción y turistas, ya que es la rama económica principal en el municipio.

—A Edith Mendoza la han golpeado mucho desde su entrada, ¿ha sufrido?
—Sé bien que en mi calidad de servidor público estoy en el escrutinio público permanente; hay gente que solo te ve con "signos de pesos" y yo soy una mujer de trabajo desde siempre, soy una mujer fuerte.

—¿No has llorado nunca por un embate o algo que te haya hecho sufrir realmente?
—En esta situación debes ser fuerte, debes ser duro, nunca llorar; no te puedes doblegar porque tienes un grupo de gente que te tiene que ver fuerte.

—Sin embargo, los ataques han sido fuertes.
—Así es, hemos sido víctimas, mi hija y yo (hace una breve pausa y respira con profundidad)… Creo que lo que me ha dolido -aunque quizás no esté bien decirlo, porque se pensará que es mi punto débil, pero qué mamá no tiene en su hija un talón de Aquiles-, fue la ocasión que salieron publicaciones contra mi hija de cobardes que solo buscaban dinero y venganza política. Traté de ser fuerte, y traté de fortalecer a mi hija. Diana es una niña que se levanta a las 5 de la mañana para ir a sus clases, está estudiando psicología en la ciudad de Cancún  y regresa por la tarde corriendo para cumplir sus obligaciones en el DIF, en la zona rural, en la ciudad es una niña que está respondiendo muy bien, la prueba está en lo que se está haciendo en el DIF, y yo creo que una niña con todos esos antecedentes no merecía ser carne de carroña.

—Eso quiere decir que es tanta la fortaleza de Edith que ni siquiera le han sacado una lágrima, eso es meritorio, no por ser mujer, porque se le cataloga a la mujer como el sexo débil…
—Mira, admito que lloré, pero me mantuve fuerte el día que yo vi a mi hija que ella también hacía todo lo posible por ser fuerte, porque me lo decía: "Mamá, tú me enseñaste a ser fuerte y no puedo doblegarme", pero ese momento que viví con ella fue muy difícil  para mi, afortunadamente había gente indignada, había gente que nos conoce de hace muchísimos años, tengo muchísimos años entre Tulum y Playa del Carmen, la gente nos conoce y sabe que somos gentes de trabajo, siempre nos hemos conducido igual; yo no tomo, no fumo, no me verán más que con mi esposo, y a lo que Diana corresponde, igual; te repito: es una niña que para su edad tiene que ir a discos, yo no le prohíbo que vaya a discos, es una niña con muchos valores, yo le tengo muchísima confianza y se la sigo teniendo pese a lo que hayan intentado, porque no lo lograron. Afortunadamente, te repito, la gente nos conoce, entonces lo que hayan intentado no lo consiguieron, ni dinero ni hacernos daño, porque lo que no mata fortalece y hoy más que nunca estamos fuertes mi hija y yo. Somos dos mujeres que nos comprometimos con Tulum, ella en el área del DIF, la gente de la zona rural, la gente que ha necesitado del DIF, han tenido muchísimos logros, han tenido quimioterapias, delfinoterapia, que nunca habían tenido y que en esta administración tienen, y todo lo que está haciendo el DIF. La verdad, yo como madre le valoro que se esfuerce, que me ayude en este camino que me tocó llevar. Ella, como lo dije el día que tome protesta, "siempre de la mano con ella"; lo está haciendo muy bien, en la escuela los resultados son excelentes, inclusive ella misma se presiona para que el tiempo sea más redituable; tengo que valorar a una niña como Diana que a su edad trabaja por su comunidad y estudia al mismo tiempo. Es una niña demasiado bonita por dentro y lo es por fuera.

—Finalmente, señora Presidenta Municipal, ¿cómo cree que estará el proceso electoral? ¿El PRI ganará? Tú eres priista…
—El PRI-Verde tiene todo para ganar, pero de ese tema no me corresponde hablar a mí ahora. Respeto y respetaré siempre las leyes electorales.

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